lunes, 1 de diciembre de 2014

EL HOMBRE QUE SABÍA SUSURRAR PARA MEDRAR

Ríe a carcajadas. Vocifera en los plenos. Falta al respeto. Le encanta provocar. Es pendenciero, insulta, miente y enreda y, aunque le llamen impresentable, dice lo que le viene en gana aunque eso perjudique a su partido. No es otro que Vicente Martínez Pujalte a quien los periodistas buscan cada vez que hay un nuevo imputado, condenado o dimitido porque saben que algo pescan como ha sucedido tras la dimisión de la ministra de Sanidad. Martínez Pujalte considera que  "Mato solo es responsable de comerse el jamón que la Gurtel le regaló a su marido".
Así es Vicente Martínez Pujalte. Igual le da si el jamón se lo comía Mato dentro del mismo Jaguar que también le habían regalado al marido los de la Gurtel. Un buen amigo de corruptos que representa a la perfección lo que hoy llaman "la casta" que tanto rechazo ciudadano provoca y que no le ha impedido convertirse en el coordinador de la estrategia electoral del PP en la región de Murcia donde el susodicho está aprovechando la bicefalia para medrar y acaparar poder hasta que alguien más listo le pare los pies y se lo explique clarito como se lo explicaron en Valencia donde no salen de su asombro al ver lo bien que ha acogido la región de Murcia a semejante personaje.  En Murcia hay gente que le empieza a tener verdaderas ganas.


A caballo entre Garre y Valcárcel, Martínez Pujalte susurra al oído de ambos. Dicen qu en su día susurró a Valcárcel que modificase la actual Ley Electoral regional para aumentar las circunscripciones y darle un plus al partido más votado en detrimento del resto de partidos más pequeños. La reacción ciudadana y periodística a la propuesta fue tan negativa que el presidente Garre tuvo la habilidad de apagar el fuego aparcando la propuesta con la excusa de la falta de consenso parlamentario.  Era un pucherazo en toda regla y no soprende que posiblemente tuviese la firma de un personaje como Martínez Pujalte a quienes los de su propio partido describen como "el gran muñidor".

El diputado por Murcia lleva 21 años viviendo del pesebre político como diputado. Cobra su sueldo y además una dieta de 1.823 euros mensuales en concepto de ayuda por alojamiento pese a que dispone de vivienda habitual en Madrid. A pesar de ello Martínez Pujalte es empresario. Figura al frente de una consultora para empresas denominada SIRGA XXI con domicilio en Madrid. Supuestamente una actividad que el Congreso debe haber autorizado pero que plantea dudas éticas tratándose del portavoz de Economía del PP y de una persona que, por su cargo, conoce con antelación decisiones polítcas y económicas que pueden beneficiar a las empresas a las que asesora en detrimento de otras.

No se puede confirmar que SIRGA XXI esté asesorando a la empresa Secuoya que pretende hacerse con el concurso de la televisión autonómica 7RM. Lo que sí parece evidente es que la lucha soterrada entre Secuoya y GTM podría haber provocado que la resolución del concurso se retrase dos meses más. Asunto que el viceportavoz del grupo socialista, Francisco Oñate sacó a relucir el pasado viernes en la Asamblea Regional durante el debate del proyecto de Ley de Transparencia que ha presentado el gobierno regional sobre la publicidad y la transparencia  que debe imperar en todos los contratos públicos. Se lamentaba Oñate de "la falta de información que tienen los diputados sobre el nuevo concurso de la televisión" y sugirió que "ese oscurantismo obedece a que se va a resolver a conveniencia política" lo que para él demuestra que "la apuesta por la transparencia del gobierno de Garre es pura hipocresía".

Oñate, que se refirió a la televisión 7RM como la "teleconsejero" y hasta en dos ocasiones mencionó a Pujalte, estuvo especialmente duro durante su intervención con motivo del citado debate sobre transparencia. Tanto que dejó callados a los diputados del PP que en la mayoría de los debates suelen vociferar, increpar y tratar de interrumpir al diputado que está en la tribuna de oradores. Puede que les dejase sin palabras porque les dijo verdades como puños como lo de la manta zamorana que todo lo tapa y muchos agarran por si es necesario levantarla.

Pero como dice Mariano ¡¡¡Viva el vino. Y los chuches!!!
 


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