Dicen que Valcárcel busca a la desesperada una solución para que el mando no quede en manos de Alberto Garre. Como si Garre fuese ahora “el domonio emplumao”. Sería bueno que explicase a la ciudadanía qué ha hecho mal Garre como presidente para no merecer ser el candidato del PP.
Tan desesperado parece estar Valcárcel que, por lo visto, no pierde oportunidad de poner a Garre a caer de un guindo. La última durante una cena en Estrasburgo con miembros de la Fundación de Estudios Médicos de Molina de Segura que ahora preside el ex consejero, José Ballesta. En esa cena cuentan que desbarró tanto en críticas sin fundamento contra Garre que hizo que los comensales se sintieran francamente incómodos. Que por nadie pase escuchar del ex presidente decir de quién él mismo eligió hace pocos meses que "por sus cojones no iba a ser el candidato". Vaya mal trago debieron pasar los comensales a los postres dada "la profundidad" de los argumentos esgrimidos en contra el actual presidente autonómico. Chocolate y testoterona ni en el Bulli de Adriá y mira que allí mezclaban cosas raras.
Para seguir desesperando a Valcárcel, aparece su viejo "amigo" Juan Ramón Calero, fuera del PP desde hace 20 años, y echa madera al fuego diciendo que “Garre es trabajador, honesto, honrado y no imputado” y que “Rajoy debería apostar por él”.
Pero no queda ahí la cosa. Antonio Gómez Fayren, a quien el virus de la política nunca le pilló con las defensa bajas, ha dicho NO, NO y NO. Como San Pedro. Que no quiere volver ni como candidato a la presidencia de la CA ni como candidato a la alcaldía de Murcia. Le gusta lo que está haciendo ahora al frente del Consejo Jurídico de la CA –se dio de baja en el PP para no incurrir en conflicto ético y trasladar una imagen de imparcialidad- y lo que menos le pide el cuerpo a los 62 años es volver a la arena política ahora ten desprestigiada.
Tan desesperado parece estar que incluso se han colado los nombres de Vicente Martínez Pujalte y del jasp (joven aunque sobradamente preparado) Javier Ruano en las quinielas como alternativa a Garre en el caso de que Pedro Antonio Sánchez no llegue a tiempo de “desimputarse”. Sus nerviosos partidarios, que aún los tiene, confían en que la nueva Fiscal General del Estado haga que la fiscalía en Murcia levante el pie del acelerador y permita que el magistrado, Julián Pérez Templado vuelva a archivar la causa contra el consejero de Educación con el argumento de que “no ha encontrado pruebas del supuesto cohecho”. Deseando está el juez. Otra cosa es que lo haga en cuestión de 15 ó 20 días. Complicado. Muy complicado lo tiene el de Puerto Lumbreras. Aunque dada la ilógica política de Valcárcel ¿Quién sabe? Si puede ser consejero estando imputado ¿Por qué no va a poder ser el candidato a la presidencia? El presidente del Comité Electoral del PP regional, Antonio Sánchez Carrillo ya ha dicho que "para él estar imputado no es ningún obstáculo" y que "si por él fuera Cámara tendría todas las papeletas para volver a ser el candidato a la alcaldía". Y tiene toda la pinta de que se prepara para ello tras "el lunch" de anoche en el Rincón Huertano a base de pinchos de tortilla, empanadillas y bocadillos -no hubo gambas-, y las palabras de apoyo de Valcárcel: "Cámara se ha ganado el derecho a gobernar". Todo eso con la banda sonora de "Carros de Fuego" de fondo. Imperdonable estropear así una música tan maravillosa.
Cámara no se da por aludido y Valcárcel, como máximo responsable del partido en la región, tampoco. La región de Murcia, por no tener, no tiene ni aludidos. Auque es cierto que a los imputados con cargo se les nota tragar saliva y mudar el rictus cuando algún dirigente les dice a la cara que los imputados no deben ir en las listas. Ocurrió en Navidad durante el desayuno ofrecido a la prensa por Alberto Garre -las caras de Cerdá y Sánchez eran un poema- y ocurrió el pasado 20 de enero durante el balance de legislatura ofrecido por el alcalde de Molina de Segura, Eduardo Contreras con el imputado Joaquín Bascuñana en segunda fila. Como Contreras es de los pocos que se atreve a decir lo que realmente piensa y luego no se humilla pidiendo disculpas al jefe, cargó contra la corrupción y reiteró que "los imputados no deben ir en las listas".
Pero en la región de los “no aludidos”, al menos, podemos seguir llamando “chorizo” a quien creamos que ha robado. Una sentencia del TSJ estima que llamar "chorizo" o "chorizete" a alguien no constituye un delito de calumnia porque “no tiene la gravedad necesaria para recibir el castigo penal”. Así pues suelten adrenalina y si les viene en gana griten ¡¡¡¡¡CHORIZO!!!! que no es calumnia. No soluciona nada pero relaja en esta España de charanga y pandereta que no mete en la cárcel a todos los chorizos que hay fuera y saca a los pocos que hay dentro. Como saben Bárcenas ya está en la calle y cantando por soleares.
Pero como dice D. Mariano ¡¡Viva el vino. Y los chuches!!
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