"¡A ver quién miente mejor!". Eso dijo el anterior director general de Informática, Patrimonio y Telecomunicaciones, Eduardo Linares sobre el pliego de condiciones del concurso de la televisión 7RM consciente de que los requisitos técnicos y la cuantía económica hacen a esta televisión impracticable según varios expertos en la materia.
Con 12 millones de euros, IVA incluido, es imposible montar, por
ejemplo, una plataforma interactiva o la emisión en alta definición que
exige el concurso sin contar con lo que habrá que pagar a la SGAE. Los números no salen si además quieren crear un centenar de empleos. Las televisones, por lo general, suelen ser pozos sin fondo.
Puede
que lo más sensato fuese declarar desierto el actual concurso para
volver a convocarlo pero ajustando el pliego de condiciones técnicas al
dinero disponible. Algo que desde hace un año algunas productoras murcianas le vienen pidiendo al
actual director del ente RTRM, Diego de Pedro. Así las cosas veremos a
ver qué alto funcionario de la consejería de Economía y Hacienda se
atreve a firmar una adjudicación objetivamente impracticable. Igual la carrera política de Fernado López Miras (el mochilero secretario general de la consejería de Economía y Hacienda) acaba antes de empezar a cuenta del concurso.
Algo
huele a chamusquina y más sabiendo que el diputado y comisionado,
Vicente Martínez Pujalte está en el ajo. Y el ajo, ya se sabe, no huele
bien. El pasado 5 de diciembre el comisionado incluso trató de explicar a
un diputado regional socialista que el proceso del concurso "está
siendo absolutamente riguroso" y que "se está demorando porque se quiere
tener todo bien atado y documentado para que no haya dudas de que gana el concurso la mejor oferta".
Al comisionado no le había sentado nada bien que el socialsita le pusiera como ejemplo de la opacidad con la que gestiona el gobierno murciano durante un pleno de la Asamblea Regional en el que se debatía sobre transparencia. No logró convencer a su
interlocutor, sobre todo, porque Martínez Pujalte demostró durante esa conversación lo bien enterado que está de cómo se está desarrollando el concurso y la apertura de sobres. Demasiado bien enterado. El grupo parlamentario socialista, que de haber una
auténtica Ley de
Transparencia en la región ya se habría personado en el proceso, tiene
muy claro que en cuanto se resuelva el concurso de la televisión exigirá
el expediente completo para examinarlo y
comprobar qué es eso tan chupilenrendi que ha presentado SECUOYA para estar tan bien posicionada técnicamente
en el concurso cuando carece de instalaciones técnicas adecuadas en la
región de Murcia y su contrincante GTM, que sí las tiene, no tiene
ninguna intención de alquilárselas.
Lo
más lamentable de todo es que en una región que quiere ser la más
transparente de España, el concurso público de la television autonómica
se está haciendo con total opacidad. En una democracia avanzada y
realmente transparente ya estaría a disposición de las empresas
interesadas, de los grupos parlamentarios y de los ciudadanos de
la región de Murcia toda la documentación y puntuación realizada hasta
la fecha en el concurso. Sabríamos porqué la empresa madrileña Secuoya
está tan bien posicionada. Sabríamos qué ha prometido y si lo que ha
presentado es un brindis al sol para ganar el concurso o es realmente factible. Sabríamos lo que solo unos pocos saben.
Pero eso podría frustrar los planes de alguien. Es lo que tiene la
transparencia y por eso no interesa a muchos políticos y gobiernos a los que les gusta seguir dando puntos a oscuras.
Pero como dice Mariano ¡¡¡Viva el vino. Y los chuches!!!
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